El SOL remueve oscuridades del mundo así como se quitan una a una
las capas de una cebolla. Este es, a manera de ejemplo gráfico-simbólico, la
manera como procede el Sol Espiritual al ingresar como ‘rayos cósmicos’ a
cualquier planeta-escuela.
Cuando un
circuito de la espiral evolutiva completa su primera mitad que corresponde a la
formación de la vida material (arco
descendente), comienza allí el recorrido de la segunda mitad del circuito,
pero esta vez subiendo por la escala vibratoria hasta alcanzar nuevamente la
Fuente Prístina de la Vida (arco
ascendente). Este ‘circuito circular’ se da en interminables espirales de
involución (materialización) y
evolución (espiritualización) en
todos los seres, mundos, planetas, soles, galaxias y universos. Todo procede en
‘ciclos’, en forma de espiral ascendente y ascendente, y todo proviene de La
Fuente Creadora y hacia la misma Fuente regresa. Esto se repite, como se
explicó, en todas las entidades, en todos los espíritus, tanto en las
incipientes “Chispas espirituales” de vida como en los más experimentados Logoi
universales.
‘Ciclo’,
‘espiral’, ‘descenso y ascenso vibracional’, forman parte de una gran Ley de la
Vida universal llamada EVOLUCIÓN o LEY DEL PROGRESO. Nada ni nadie puede
detener ese progreso de todas las conciencias, que se da por ciclos rítmicos.
Hemos comenzado
de esta forma la revelación de esta “Clave del Perdón”, porque la misma trata
de la comprensión del significado colectivo y holístico del perdón.
Corrientemente el tema del perdón es abordado e interpretado refiriéndolo al
individuo, es decir, tomando a la persona humana como centro, pero rara vez se
encuentra a algún creativo estudiante ver al perdón como un fenómeno de
carácter colectivo y planetario en cuanto a sus posibles y potenciales efectos.
Desde este último
ángulo de interpretación el perdón individual puede ser comprendido como un
poderoso impulso para la liberación colectiva, que en mucho más de lo que los
estudiantes suponen puede favorecer al Planeta en su ascenso evolutivo
vibratorio. ¿Cómo es posible esto…? Veamos.
Cada ser humano
es una célula de un gran tejido llamado ‘Humanidad’ y cada una de las miles de
millones de ‘células-hombres’ representa una especial forma de ‘vibrar’ dentro
del Cuerpo Planetario. Es aquí donde adquiere sentido y vital importancia el
“Trabajo Interior” o “Trabajo del alma” (http://el-alma-y-su-trabajo.blogspot.com.ar) en lo grupal y planetario. La visión holística del perdón debe
ser adquirida y asimilada, de manera que el estudiante sepa que al comenzar a
trabajar en su liberación trascendiendo las cargas del pasado, no solo estará
beneficiándose a sí mismo, sino que estará efectuando un gran servicio al
conjunto del ‘tejido humanidad’ del cual forma parte y al Planeta, porque
dejará de emanar vibraciones astro-mentales densas y oscuras y comenzará a
emanar la luz propia de una nueva conciencia liberada.
Este servicio
comienza con la ‘Tarea Interna’ del propio individuo (‘la célula’), pero llega
a afectar al Ser Colectivo (‘el Tejido’).
Las energías
astrales densas, como el odio, la angustia, la envidia, los celos, etc.
pertenecen a “un gran almacén” o reservorio planetario alimentado por millones
de almas no liberadas. Por otro lado, las energías astrales más refinadas, de
luz, alegría, belleza, armonía, paz y hermandad, imantadas por energías búdicas
(crísticas) pertenecen a otro “almacén” o reservorio de evidente cualidad
vibracional opuesta al primer reservorio de sombras. Ambos almacenes
planetarios de energía son nutridos diariamente por las almas (de ambos grupos
citados en la “clave n°2) que peregrinan en esta escuela planetaria.
Procurad dejar de
alimentar el almacén planetario de sombras y dolor dando el paso del total
PERDÓN. El perdón, entendido como se ha explicado, es un corte con la milenaria
cadena del dolor en la humanidad. Sed fuertes para vencer en este desafío
interno. Entrad, dando el paso del PERDÓN, por la puerta interna hacia el Gran
Almacén de la Luz!
PAZ EN LOS CORAZONES
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