jueves, 17 de diciembre de 2015

Clave n°2: “El Perdón a nivel energético-vibracional”



            El plan de estos escritos es restituir el grado de importancia que tiene el tema del PERDÓN en la humanidad de este tiempo. Se acercan momentos de grandes definiciones a nivel álmico-humano, todo se está definiendo por ‘las vibraciones’, y es por este motivo que el comprender el significado del PERDÓN a nivel energético se hace imprescindible, además del valor moral que ya la mayoría reconoce.
            Esta 2° clave es entonces sobre el significado del PERDÓN a nivel energético-vibracional.
            El valor moral del perdón ha sido abordado desde diferentes ángulos por las principales religiones, principalmente por la cristiandad, pero el punto de vista energético-esotérico no ha sido aún popularizado, y es el que debe comenzar a difundirse para que sea debidamente comprendido. Para entender este tema hay que tener alguna idea sobre la constitución energética sutil del ser humano. No entraremos aquí a dar explicaciones detalladas sobre ‘los principios’, ‘vehículos’, ‘envolturas’, o ‘cuerpos’ del hombre, y nos referiremos al tema en cuestión con la confianza de que los estudiantes ya conocen algo al respecto como para entender este escrito.
            Las capas de energía que componen el aura humana se interpenetran formando una esfera, o bien, un ovoide de luz que un clarividente entrenado puede ver bien. A la vista de tal videncia entrenada, no común en la humanidad actual, el hombre es una esfera de energía con una forma física-antropomórfica en el centro de la esfera. Así como no existen dos cuerpos físicos humanos iguales, tampoco existen dos ovoides áuricos idénticos, porque las energías etéricas, astrales, mentales y espirituales están en diferentes niveles de desarrollo y se combinan de muy diferentes maneras en cada ser humano. Así como no existen dos huellas dactilares idénticas, así es también con el campo magnético humano (el aura), no existiendo dos iguales, aunque sí pueden observarse ‘patrones comunes’ según los grados de maduración de la psique o alma.
            Este último punto es el que nos ocupará ahora, el de “los patrones comunes” a nivel energético. Podríamos comparar, por ejemplo, diciendo que existen patrones físicos que caracterizan a los seres humanos en “delgados” y “gordos”, en humanos “altos” y “bajos”, según sus características raciales, etc. Esto mismo ocurre a niveles más sutiles, donde las energías que componen las auras definen características con las cuales surgen grandes grupos bien diferenciados. Aquí nos interesa revelar (porque el tema es muy amplio y daría para mucho más) dos grupos de seres humanos en cuyas auras son evidentes los signos energéticos, por su luz y color, en lo referente al tema del PERDÓN.
            En estos dos grupos están, por un lado, los que se han liberado del pasado y que saben llevar una vida desapegada y desprendida de las energías de la ira, la tristeza y el odio acumulados (rencor); y por el otro lado están los que viven con su odio a cuestas y lo llevan en sus auras a donde van. Esto es perfectamente visible y observable por el ‘ojo clarividente’. La diferencia en luz y color en las auras de ambos grupos es claramente identificable por los que pueden ver al ser humano completo, es decir, no solo al cuerpo de carne, sino al resto de las energías dimanantes de los vehículos suprafísicos, donde las vibraciones revelan el estado psíquico-álmico y espiritual verdadero.
            Pero cuidado…, esta ‘clarividencia’ solo es potestad de los muy entrenados Adeptos (Maestros) de la Humanidad. Lo aclaramos porque existen miles de “videntes” en la humanidad, pero ‘videncia’ no es ‘clarividencia’, ya que el vidente ve solo parcialmente y rara vez sabe o entiende sobre lo que está viendo y a qué plano pertenece lo que ve; mientras que el “clari-vidente ve ‘con claridad’ y perfecto conocimiento, por lo cual su juicio sobre lo que ve es certero.
Un verdadero clarividente ve diferencias entre estos dos grandes grupos de humanos, los que están libres de ira y odio acumulados y los que no lo están, lo cual es notorio en la luz y el color de las auras. El primer grupo, los liberados del rencor, poseen auras más claras y límpidas, con variedad de colores destellantes pero bastante homogéneas en cuanto a claridad, con un centro cardíaco en tonos de rosa, verde, y más o menos dorado según los niveles evolutivos. En el segundo grupo, en cambio, se ven auras con distintos coloridos, pero con una banda clásica de oscuridad en la parte media del ovoide, con tonos marrones, grises y rojos, especialmente a la altura de los centros cardíaco y umbilical. Estos últimos son signos energéticos clásicos presentes en las auras de quienes no están libres de dolor producido por el rencor y, en mayor o menor grado, la ira y la tristeza, características emocionales comunes a la falta de perdón.
El ojo clarividente ve con claridad estas diferencias entre ambos grupos humanos, y Nosotros lo vemos, por eso lo decimos, para que todos los estudiantes entiendan el importante significado del PERDÓN a nivel vibracional.

¡LIMPIAD VUESTRA CASA!
¡LAVAD VUESTRAS VESTIDURAS!

            Ese es nuestro consejo, en este último tramo del Sendero que conduce a las Pruebas Finales Planetarias.
            Todo es vibración, y por vibración será definido el destino de los pueblos y de cada alma humana”.

Entienda cada estudiante la importancia de estos enunciados.


PAZ Y LUZ EN LOS CORAZONES


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